La antiderivada y la integral indefinidas
Una integral se puede asimilar a una suma de infinitos términos, todos ellos de tamaño infinitesimalmente pequeño. Por lo tanto tendrá aplicación en cualquier situación que debamos sumar fragmentos muy pequeños para hallar un todo. Por ejemplo, ya se ha dicho que las integrales se usan para hallar longitudes, áreas, volúmenes, masas, densidades. ¿Por qué se pueden usar para eso? Pues porque cada uno de esos cálculos puede pensarse como la suma de elementos de tamaño muy pequeño. Supongamos que queremos calcular un área. Podemos descomponerla en multitud de pequeños cuadraditos, de forma que el área total sería el número de cuadraditos multiplicado por el área de uno de ellos. Haciendo cuadraditos de medida cada vez más pequeña (y por tanto, aumentando su número) podríamos ajustarnos tanto como quisiéramos a cualquier tipo de contorno, de forma que los resultados obtenidos cada vez sean más exactos (es decir, más parecidos al área en cuestión). En el límite, cuando esos cuadraditos fu